sábado, 1 de septiembre de 2012

0 15 sugerencias para mejorar las relaciones de pareja (desde una perspectiva sistémica)



A continuación expondré algunas conclusiones extraídas de un curso de Psicoterapia Sistémica que no pretenden ser más que una excusa para despertar la reflexión sobre nuestras relaciones de pareja (presentes, pasadas o futuras).
Puedes leer este texto a solas o también en buena compañía (muy recomendable).
Y aceptamos vuestras ideas para completar nuestra lista.
Allá vamos:

1- No confundir el amor con estar enamorado. El amor es un proceso evolutivo que se desarrolla por etapas y que solo tendrá lugar mediante el esfuerzo por mantener la relación viva.
2- También nos toca aceptar que el amor es un viaje con altos y bajos, que es necesario un tiempo y una historia compartida para que crezca, y que las crisis, además de una amenaza, pueden también  traernos la oportunidad de sacar a la luz dificultades que de otro modo quedarían ocultas.
3- Esforzarnos por conseguir un equilibrio entre el dar y el recibir. Así, las personas que obtienen demasiado en la pareja pueden sentir rabia y salir huyendo, sin olvidarnos de que tras esa tendencia a dar demasiado puede existir una necesidad de controlar al otro que suele acabar en vacío y confusión.
4- Otra de las metas a conseguir para que la relación marche es llegar a alcanzar un equilibrio entre la intimidad y la autonomía. En este sentido una de las claves para disfrutar de la intimidad con el otro es el amor hacia uno mismo, no permitiéndonos, por ejemplo, estar con personas que no nos amen y aprendiendo a aceptar nuestras imperfecciones y limitaciones.
5- Tener claro que nuestra pareja no está ahí para satisfacer nuestras carencias o necesidades insatisfechas (tempranas o actuales), dejando de mirar al otro como un padre-madre para mirarle como un adulto.
En ocasiones, en la edad adulta seguimos sintiendo el anhelo de aquello que no tuvimos (en función de movimientos interrumpidos en nuestra historia personal: muerte de algún padre, abandono, abuso, etc...) y, al reactivarse esas sensaciones en la relación, transferimos a la pareja esos sentimientos.
6- Ser conscientes de que en la relación de pareja saldrá lo mejor y lo peor de nosotros y que determinados aspectos de uno mismo solo podremos verlos mirándonos en el otro, como si de un espejo se tratase.
7- Frente a los conflictos, intentar no proyectar en nuestra pareja nuestra incomodidad, no ponernos por encima, tomando la energía que cogemos para cambiar al otro y usándola para cambiarnos a nosotros mismos.
Así,  ante los conflicto podemos adoptar dos posturas:
- echar toda la "basura" sobre el otro
- pensar en qué me está pasando a mí que esto me activa tanto, por qué esto "me saca de mis casillas".
8- Permitirnos dejar atrás el pasado. Hemos de dejar partir aquello que ha finalizado y buscar los aspectos positivos de la relación anterior que podemos quedarnos para traer a la relación actual.
Así mismo, podemos buscar la manera de transformar las heridas del pasado y reflexionar sobre qué puedo hacer con ellas en el momento actual.
9- Explorar cómo han sido las relaciones en nuestra familia de origen, haciéndonos conscientes de cómo en ocasiones y de una manera no siempre consciente, tendemos a repetir patrones de nuestros antepasados o a asumir culpas que en realidad no son nuestras.
10- Alimentar las sensaciones agradables que proporciona una relación de pareja. Tener presente en nuestra relación los momentos en que sentíamos amor, recreando aquellas situaciones pasadas en el presente.
11- Escribir o tener muy claro nuestras expectativas y criterios para tener una relación, de modo que podamos bajar del ideal romántico y de las fantasías que no se van a poder satisfacer.
Escribir o reflexionar sobre cuáles son nuestras necesidades (qué quiero recibir) y sobre aquello que estamos dispuestos a dar.
12- Establecer límites claros con el otro. Al encontrarnos con la otra persona, podemos traspasar el límite o tener el límite demasiado rígido. Podemos dar en exceso tratando de evitar el abandono o tener expectativas poco realistas del otro o de uno mismo.
13- Revisar periódicamente la relación sin dejar pasar las pequeñas cosas.
14- Tener en cuenta las estrategias para los encuentros en el día a día para favorecer la intimidad, permitiéndose un espacio en el que profundizar en la relación (por ejemplo, en el caso de tener hijos, dedicar un tiempo exclusivo para la pareja).
15- No caer en el desencanto y la frustración cuando la relación no funciona como tú querrías. El amor necesita de nuestro esfuerzo para crecer y mantenerse.

Texto escrito por Esther Sanz (Psicóloga Clínica Área Externa de Salud Mental de Tenerife).

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